Elegir hospedaje en Ciudad de México puede ser tan emocionante como abrumador. La oferta hotelera es inmensa, diversa y vibrante, al igual que la propia ciudad. Desde hoteles de lujo con vistas espectaculares hasta alojamientos económicos pero con buena calidad, pasando por encantadores hoteles boutique y opciones pet friendly, la capital mexicana tiene algo para cada tipo de viajero.
Sabemos que a una ciudad tan inmensa acuden viajeros de este tipo, por eso hemos hecho esta pequeña guía con los mejores hoteles en Ciudad de México clasificados según el tipo del viajero al que están enfocados.
Para saber más sobre Ciudad de México, no te pierdas la guía para viajeros que hemos creado.
Hoteles de 5 estrellas en Ciudad de México:

Si eres de los que no perdona el estilo ni cuando viaja, Ciudad de México tiene opciones de lujo que compiten sin problema con cualquier gran capital del mundo.
Sofitel Mexico City Reforma:
En pleno Paseo de la Reforma, a un par de pasos del emblemático Ángel de la Independencia, el Sofitel Mexico City Reforma es una fusión elegante entre la sofisticación francesa y la energía vibrante de la capital mexicana. Las habitaciones, de diseño limpio y contemporáneo, tienen enormes ventanales que te regalan vistas espectaculares de la ciudad. No escatiman en detalles: sábanas de esas que te abrazan, sistema de sonido Bose que convierte tu habitación en un mini concierto privado, y amenidades de baño de Hermès o L’Occitane que hacen que hasta ducharse sea toda una experiencia.
Uno de los mayores lujos del lugar es su spa. Es un verdadero refugio en medio del caos de la ciudad: tratamientos de primer nivel, una alberca techada con vista al skyline chilango y rincones pensados solo para relajarte. En cuanto a la comida, el restaurante Balta y el rooftop Cityzen son dos opciones top. Su cocina mezcla sabores del Mediterráneo con ese toque mexicano que no puede faltar. ¿El resultado? Una experiencia gourmet que brilla aún más bajo las luces de Reforma por la noche.
Marquis Reforma Hotel & Spa:
Con su arquitectura art déco, el Marquis Reforma Hotel & Spa ha sido, durante años, uno de los hoteles más elegantes de la Ciudad de México. El hotel combina distinción tradicional y comodidades modernas, ofreciendo una experiencia de altísimo nivel. Está ubicado justo en el Paseo de la Reforma, lo que lo convierte en una base perfecta para explorar desde el Bosque de Chapultepec hasta los grandes museos como el de Antropología, sin olvidar barrios llenos de vida como Polanco o Roma.
El spa merece su propio capítulo. Son más de 1,500 m² pensados para desconectar por completo. Hay jacuzzi, sauna, vapor, y un abanico de masajes y tratamientos personalizados que hacen difícil querer salir de ahí. Las habitaciones, lejos del minimalismo frío que está de moda, tienen un estilo acogedor, elegante y con un toque cálido que hace que te sientas cómodo desde que entras. Es un lugar que tanto parejas en busca de una escapada romántica como viajeros de negocios van a saber disfrutar.
Y si te da hambre, no hace falta ir muy lejos. Dentro del hotel está Los Canarios, un restaurante que domina la cocina mexicana y la sirve con estilo, además de tener una vista envidiable a Reforma que acompaña perfecto cualquier comida.
Four Seasons Hotel Mexico City:
El Four Seasons es sinónimo de lujo en cualquier rincón del mundo, y el de la Ciudad de México no se queda atrás. Lo que lo hace especial es que, a pesar de estar justo sobre una de las avenidas más agitadas de la capital, su diseño se centra en un patio interior con jardín y fuente que transmite una paz inesperada. El lujo aquí no grita, susurra: es discreto, elegante y se siente en cada detalle. Y el servicio… bueno, es de esos que parecen leerte la mente; siempre atentos, siempre profesionales, y con ese toque de calidez que hace toda la diferencia.
Las habitaciones están pensadas para el descanso total: colores suaves, materiales de primera y baños amplios donde dan ganas de quedarse más tiempo. Su restaurante, Zanaya, te lleva directo a la costa del Pacífico con su cocina que mezcla frescura y sazón, mientras que el bar Fifty Mils no solo tiene cocteles espectaculares, también es uno de los spots favoritos en la ciudad para una noche elegante pero sin pretensiones.
Ideal para quienes valoran la privacidad, la atención impecable y un ambiente donde el lujo está siempre presente, aunque no se hace ostentoso.
JW Marriott Hotel Mexico City:
El JW Marriott está en pleno corazón de Polanco, uno de los barrios más exclusivos de la ciudad. A su alrededor encontrarás boutiques de lujo, restaurantes top y alguno de los museos más importantes de CDMX. Como todos los Marriott, este hotel ofrece un trato personalizado que te hace sentir único.
Las habitaciones son amplias, con un estilo moderno que no cae en lo impersonal. Las camas, enormes y comodísimas, invitan al descanso total, mientras que los baños de mármol y las vistas —ya sea al Bosque de Chapultepec o al vibrante skyline urbano— son el tipo de detalles que elevan la experiencia.
Uno de sus puntos fuertes es la alberca climatizada al aire libre. Es ese lugar al que querrás volver después de un día de museos o compras, copa en mano, viendo cómo cae la tarde. También tiene un spa muy completo y un gimnasio bien equipado, ideal si no quieres romper tu rutina. También ofrece espacios para reuniones y eventos, muy útiles para quienes viajan por trabajo.
A destacar su restaurante, Xanat, que ofrece una propuesta gourmet moderna sin perder su esencia local.
St. Regis Mexico City:
El St. Regis es, sin exagerar, uno de los hoteles más exclusivos de la Ciudad de México. Desde la copa de champagne al hacer check-in, hasta el mayordomo 24 horas, todo está diseñado para mimar al huesped al máximo.
Las habitaciones son simplemente espectaculares. Espaciosas, con una elegancia sobria y muchísima luz natural que entra por los ventanales con vista directa a Paseo de la Reforma. El baño estilo spa es otro de esos placeres: regadera tipo lluvia, tina profunda y acabados que invitan a tomarte tu tiempo.
Cuenta con un spa especializado en tratamientos a medida con productos de alta gama que te dejan como nuevo. Tanto su restaurante Diana, como su King Cole Bar cuentan con una carta refinada y un ambiente de lo más sofisticado.
Su ubicación es muy buena y te servirá como base para explorar la ciudad. Está a solo unos pasos del parque y el Castillo de Chapultepec y de varios museos y espacios culturales importantes.
Hoteles cerca del Zócalo:

Si tu plan es explorar el Centro Histórico, hospedarte cerca del Zócalo una buena decisión. Vas a sentir el pulso del corazón de la ciudad desde que amanece hasta que cae la noche. Eso sí, por las noches conviene andar con algo más de atención, como en cualquier gran ciudad.
Gran Hotel Ciudad de México:
El Gran Hotel Ciudad de México es parte de la historia de la ciudad. Este edificio de estilo art nouveau, destaca por su vidriera Tiffany que cubre el lobby y ha salido en un montón de películas y series. Caminar por sus pasillos es como hacer un pequeño viaje al pasado: muebles antiguos, candelabros imponentes, detalles artísticos por todos lados… y al mismo tiempo, todas las comodidades modernas que podrías necesitar.
Uno de sus tesoros más valorados es la terraza con restaurante que da directo al Zócalo y la Catedral Metropolitana. Desayunar ahí, con el murmullo de la ciudad de fondo y esa vista majestuosa al frente, es de esas experiencias que se te quedan grabadas. Las habitaciones, además de cómodas, están bien aisladas del ruido, lo cual se agradece después de un día caminando entre museos, plazas y calles llenas de historia.
Es perfecto para quienes disfrutan de los lugares con alma, que tienen historias que contar, pero que al mismo tiempo no quieren renunciar al confort ni a una ubicación privilegiada.
Hotel Zócalo Central:
El Hotel Zócalo Central ofrece una mezcla perfecta entre modernidad, ubicación estratégica y buen gusto. Este hotel ha sido renovado recientemente y destaca por su estilo sobrio y contemporáneo. Las habitaciones están pensadas para la comodidad, con camas amplias, buena iluminación y detalles como café de cortesía y conexión rápida a internet.
Uno de sus mayores aciertos es la terraza del restaurante Balcón del Zócalo, desde donde se puede comer o cenar mientras se observa la plaza principal de la ciudad. Es un hotel muy bien valorado tanto por turistas como por viajeros de negocios, gracias a su excelente servicio y a una relación calidad-precio difícil de superar. Además, incluye desayuno tipo buffet y acceso fácil a los principales puntos turísticos del centro.
Hotel Catedral:
El Hotel Catedral es una joyita escondida en pleno centro histórico. El hotel tiene una ubicación envidiable, limpieza impecable y tarifas bastante moderadas. No tiene grandes lujos, pero ofrece tranquilidad, buen trato y un ambiente seguro. Está literalmente a una cuadra de la Catedral y del Templo Mayor, lo que lo convierte en un punto estratégico para descubrir el Centro Histórico caminando.
El desayuno, que ya viene incluido, es sencillo pero cumple sin problema. El personal es muy amable y siempre está listo para darte tips sobre qué ver o cómo moverte por la ciudad. Las habitaciones están bien distribuidas, limpias y con lo necesario para descansar cómodamente.
Es una opción ideal para viajeros prácticos, parejas o familias que prefieren invertir en experiencias y ubicación, sin sacrificar lo esencial para una estancia agradable.
NH Collection Centro Histórico:
El NH Collection Centro Histórico es una gran opción si quieres comodidad en el centro de la ciudad. Forma parte de una cadena internacional, lo que garantiza ciertos mínimos de calidad y ofrece un ambiente relajado y moderno.
Las habitaciones son amplias, las camas súper cómodas y la decoración minimalista, sin excesos. Y un punto clave: tienen ventanas que realmente aíslan el ruido, algo que se agradece mucho en esta zona que nunca duerme.
El desayuno buffet está bastante completo, con opciones frescas y saludables que no siempre encuentras en hoteles de este tipo. También hay gimnasio, una terraza tranquila para relajarse un rato, centro de negocios y espacios para eventos, por si tu viaje es de trabajo.
Estás a pasos del Palacio de Bellas Artes, la Torre Latinoamericana y muchísimos otros lugares emblemáticos, así que tanto si vienes a turistear como por temas laborales, aquí tienes todo a la mano.
Hampton Inn & Suites Centro Histórico:
El Hampton Inn & Suites Centro Histórico está en un edificio del siglo XIX que fue restaurado con muy buen gusto. Aunque es parte de una cadena gringa, logró adaptarse al estilo colonial del centro sin perder su esencia. Desde que entras, se siente la mezcla entre historia y funcionalidad.
Las habitaciones son amplias, cómodas y tienen lo necesario para una estancia sin complicaciones, ya sea que viajes en familia o te quedes varios días. Incluye desayuno caliente tipo buffet (de esos que realmente llenan), café disponible todo el día y una recepción amable que te atiende en inglés o español, sin enredos.
Está muy bien ubicado si piensas recorrer la ciudad sin auto, ya que tienes estaciones de metro y rutas de transporte público muy cerca. Es una opción confiable, segura y con precios bastante razonables para quienes quieren explorar a fondo el Centro Histórico sin complicarse la vida.
Hoteles boutique en Roma y Condesa:

Para los amantes del diseño, el arte y la vida cultural alternativa, las colonias Roma y Condesa son la opción perfecta. En estas zonas abundan los hoteles boutique, muchos de ellos con un enfoque creativo y personalizado.
María Condesa:
En plena Condesa, una zona que combina parques frondosos con cafeterías, librerías y vida cultural vibrante, está el hotel boutique María Condesa. Desde que entras, se siente el ambiente cálido y lleno de detalles. La decoración tiene alma mexicana por todos lados, con textiles de Pineda Covalín y toques artísticos que le dan un carácter único. Lo bonito es que cada habitación es distinta, y se nota que pensaron tanto en la estética como en la comodidad.
Arriba, la terraza es de esos lugares en los que puedes pasar horas sin darte cuenta, ideal para cerrar el día con calma después de explorar los alrededores. El desayuno está incluido y, la verdad, está buenísimo. Es el tipo de lugar perfecto para parejas o viajeros que buscan algo más íntimo y auténtico, lejos de los hoteles impersonales y repetitivos.
La Valise Mexico City:
La Valise no es solo uno de los hoteles boutique más exclusivos de la Ciudad de México, también es uno de los más originales y memorables. Con solo tres suites —sí, tres— este lugar es sinónimo de privacidad total, buen gusto y diseño de alto nivel. Cada habitación tiene su propio concepto, pero todas logran ese equilibrio perfecto entre arte contemporáneo y comodidad de lujo. La más famosa, “La Terraza”, tiene una cama que literalmente puedes deslizar hacia afuera para dormir bajo las estrellas, rodeado de los árboles de la Roma.
Es el tipo de lugar que eliges para una ocasión especial o simplemente para regalarte una experiencia que no se parece a ninguna otra. Aquí no hay nada al azar: la atención es tan personalizada que te vas sintiendo más como invitado que como cliente. Cada rincón está pensado para hacerte sentir a gusto, con calidez y estilo.
Además, su ubicación en la Roma Norte es ideal para salir a caminar, descubrir cafés, galerías, tiendas curiosas y probar la oferta gastronómica de una de las zonas más vibrantes de la ciudad.
Hotel Brick:
En una mansión restaurada de principios del siglo XX, el Hotel Brick se encuentra en plena Roma Norte y representa la fusión perfecta entre historia y modernidad. El edificio conserva elementos originales, como pisos de madera y detalles de herrería, combinados con un diseño interior contemporáneo que privilegia el arte, la luz natural y los materiales de alta calidad.
El restaurante Cerrajería, dentro del hotel, no es cualquier comedor de hotel: es un lugar al que se va a comer bien, punto. Y el bar también tiene lo suyo, ideal para cerrar el día con un buen cóctel en mano. Las habitaciones están pensadas para descansar en serio: camas comodísimas, baños modernos y detalles tecnológicos que suman sin estorbar.
Es el lugar ideal si lo tuyo es el diseño, la buena comida y estar en una zona donde siempre hay algo nuevo por descubrir. Todo, sin sacrificar comodidad ni estilo.
Hippodrome Hotel Condesa:
El Hippodrome Hotel no parece gran cosa, pero cuando entras, sorprende. Está escondido en una calle tranquila de la Condesa, justo frente al Parque España, y ofrece una experiencia boutique pensada para quienes valoran la calma, el buen gusto y un trato realmente personalizado.
La fachada art déco se mantiene intacta, pero por dentro todo fue renovado con muy buen ojo: tonos neutros, materiales nobles y un ambiente acogedor que te hace sentir en casa desde el primer momento.
Lo mejor es que estás justo en medio de la Condesa, con todo a unos pasos, pero sin el ruido que a veces puede ser un problema en la zona. No tiene restaurante propio, pero está rodeado de cafés con onda y propuestas gastronómicas que valen la pena. Las habitaciones son cómodas y llenas de detalles: sábanas de algodón egipcio, amenities de primera y hasta máquina de espresso para arrancar bien el día.
Al ser un hotel pequeño, el servicio es mucho más cercano, de esos donde se acuerdan de tu nombre y de cómo te gusta el café. Ideal para escapadas tranquilas sin alejarse del movimiento.
Hotel San Fernando:
En una casona de los años 40, justo en el corazón de la Condesa, el Hotel San Fernando es de esos lugares que se sienten más como un refugio que como un hotel. Con pocas suites y un ambiente tranquilo, este espacio está pensado para quienes valoran el diseño, la autenticidad y ese tipo de calma que solo se encuentra en lugares bien cuidados.
La estética es minimalista, pero para nada fría. Al contrario, todo tiene un aire cálido y acogedor: muebles de madera, tonos suaves y mucha luz natural. No hay grandes lujos, pero sí un montón de detalles hechos con cariño.
Su ubicación es muy buena, en una de las zonas más verdes y más fáciles de caminar de la ciudad. A su alrededor encontrarás un montón de restaurantes, librerías y cafeterías.
Es perfecto para parejas, nómadas digitales o cualquier viajero que quiera hospedarse en un lugar con alma, lejos del ruido de los hoteles grandes y con mucho estilo propio.
Hoteles con spa en Ciudad de México:

Después de pasar el día moviéndote por la ajetreada Ciudad de México, no hay nada como regresar a un hotel donde puedas desconectar de todo. Y si ese hotel tiene spa… mejor aún. Si buscas un lugar donde relajarte después de explorar la ciudad, échale ojo a estas opciones:
Live Aqua Urban Resort México (Bosques de las Lomas):
El Live Aqua Urban Resort en Bosques de las Lomas es una verdadera joya escondida en la zona poniente de la ciudad. Su concepto está centrado en el bienestar integral: música ambiental, aromaterapia, iluminación personalizada y texturas suaves acompañan toda la experiencia, desde la habitación hasta el spa. Aquí, cada detalle está diseñado para estimular los sentidos.
Su spa ofrece tratamientos inspirados en terapias asiáticas, hidroterapia, masajes de piedras calientes y rituales corporales completos. Además, el ambiente tranquilo del hotel y su diseño moderno crean una atmósfera perfecta para quienes necesitan desconectarse por completo del entorno urbano.
JW Marriott Hotel Mexico City Santa Fe:
Ubicado en uno de los centros corporativos más importantes del país, el JW Marriott Santa Fe es una excelente opción para quienes desean un hotel de negocios que también ofrezca opciones relajantes de alto nivel. Su spa incluye cabinas para tratamientos, zona de vapor, y un gimnasio equipado con tecnología de punta.
Este hotel destaca por su ambiente tranquilo a pesar de estar en una zona muy activa. Es ideal para ejecutivos o viajeros que asisten a eventos en Santa Fe y desean complementar su viaje con un buen masaje, un facial o un rato de calma en la alberca climatizada.
The Ritz-Carlton Mexico City:
El Ritz-Carlton Mexico City no solo es uno de los hoteles más recientes y lujosos de Reforma, también es uno de los pocos donde el spa se siente como parte esencial de la experiencia, no solo un extra. Está en los pisos altos del edificio, y desde ahí las vistas al Bosque de Chapultepec son simplemente espectaculares.
Este spa apuesta por una mezcla de técnicas modernas y rituales tradicionales mexicanos. No faltan los detalles: productos de lujo, cabinas impecables, y espacios que invitan a no mirar el reloj. También hay piscina techada, vapor, y una zona de descanso donde puedes tomarte un té orgánico o picar algo saludable sin prisa.
Es de esos lugares donde uno va a soltar tensiones en serio, no solo a “relajarse un rato”. Si estás buscando algo que combine bienestar con una buena dosis de sofisticación, este lugar es una apuesta segura.
Hoteles familiares en Ciudad de México:

Viajar con familia a la Ciudad de México puede ser un plan increíble… siempre que el hotel acompañe. Porque cuando vas con niños (o simplemente con mucha gente), lo último que quieres es sentirte apretado o batallar para moverte por la ciudad.
Hotel Geneve Ciudad de México:
El Hotel Geneve, en la Zona Rosa, abrió sus puertas en 1907, y desde entonces no ha dejado de contar historias. Caminar por sus pasillos es como meterte en otra época: hay vitrinas con teléfonos viejos, fotografías de hace más de un siglo, muebles que parecen sacados de una película. A los niños les encanta curiosear y los adultos terminan sacando mil fotos al detalle más inesperado.
Las habitaciones familiares son grandes, algunas con áreas separadas para descansar o simplemente tirar las mochilas sin estorbar. El restaurante tiene un menú amplio —lo suficiente como para que todos encuentren algo sin entrar en negociaciones eternas— y el ambiente es relajado.
Lo mejor es que desde ahí puedes salir caminando o en un Uber rápido hacia Chapultepec, el castillo, los museos o Reforma. Es un hotel que lo tiene todo: historia, ubicación, espacio y ese toque de calidez que hace que una escapada en familia se sienta bien desde el día uno.
Barceló México Reforma:
El Barceló México Reforma es de esos hoteles que hacen que viajar con familia no solo sea más fácil, sino hasta más disfrutable. Está justo sobre Paseo de la Reforma, en una zona céntrica desde donde moverse con niños es muy sencillo y, sobre todo, seguro.
Las habitaciones dobles son súper amplias, cómodas y bien pensadas: tienen espacio de sobra para cuatro personas sin sentirse apretadas, y están equipadas con smart TV, escritorio, caja fuerte, minibar… lo necesario para que grandes y chicos estén a gusto. Además, están bien insonorizadas, así que puedes descansar aunque la ciudad siga vibrando afuera.
Uno de los mayores aciertos del hotel es la alberca techada y climatizada —los niños no se quieren salir—, y para los adultos hay spa, gimnasio y varios restaurantes dentro del mismo hotel, lo cual facilita mucho las cosas cuando no tienes ganas de salir a buscar dónde cenar con niños cansados.
Estás muy cerca del Museo de Cera, la Torre Latinoamericana y todo el Centro Histórico, así que cada día hay algo distinto por explorar sin tener que pasar horas en el tráfico.
Holiday Inn México Coyoacán:
El Holiday Inn México Coyoacán es perfecto si lo que buscas es un plan más tranquilo con la familia, sin meterte en el caos del centro. Está al sur de la ciudad, en una zona que se siente más relajada, con mucho verde, calles arboladas y ese aire cultural que tiene Coyoacán. Estás cerca del Museo Frida Kahlo, de los Viveros —que son ideales para una caminata en familia— y del mercado, donde siempre se come bien y hay mil cosas que ver.
Las habitaciones familiares son cómodas, con camas dobles y espacio suficiente para no estar todos encima. El desayuno buffet viene incluido y es bastante completo, algo que se agradece cuando viajas con niños que se despiertan con hambre. También hay estacionamiento, lo cual es un alivio si traes coche, y room service por si una noche nadie quiere salir a buscar qué cenar.
Es de esos hoteles que no tienen poses, pero funcionan perfecto: limpio, bien ubicado y con todo lo que necesitas si prefieres un ambiente más relajado, lejos del turismo masivo pero con mucho por hacer a unos pasos.
Hoteles baratos en Ciudad de México:

Si estás viajando con presupuesto limitado, hay opciones excelentes en su relación calidad-precio.
Hotel El Ejecutivo by Reforma Avenue:
El Hotel El Ejecutivo es de esos lugares que no presumen, pero cumplen —y muy bien. Si estás buscando dónde quedarte sin gastar de más, pero tampoco quieres terminar en un sitio descuidado o con mala vibra, este hotel te saca del apuro… y con estilo.
Está a unas cuadras de Paseo de la Reforma, así que puedes caminar a varios puntos clave o agarrar transporte público sin problema. Y aunque tiene precios accesibles, el diseño sorprende: minimalista, moderno, nada recargado. Se siente limpio y bien cuidado, no como esos lugares baratos donde todo cruje o está parchado.
Las habitaciones son más grandes de lo que esperas por el precio. Camas cómodas, buena iluminación, escritorio, aire acondicionado… o sea, todo lo que necesitas si vienes a recorrer la ciudad y solo quieres descansar bien al final del día.
El personal es buena onda, siempre listo para echarte una mano con recomendaciones o cualquier duda. No es un hotel lujoso, pero tampoco se siente como uno de paso. Es ese punto medio que da tranquilidad: sabes que estás pagando lo justo por algo que vale la pena.
Hotel Fontan Reforma:
El Hotel Fontan Reforma tiene una onda distinta. Desde que entras, se nota el estilo joven y artístico: murales en las paredes, bicis por todos lados como parte de la decoración, y una vibra urbana que se siente ligera y fresca. Está justo frente a la Alameda Central, así que puedes salir a caminar y en minutos llegas al Palacio de Bellas Artes, el Museo Mural Diego Rivera o la Torre Latinoamericana.
Las habitaciones no son enormes, pero están bien pensadas: cama cómoda, buen WiFi, aire acondicionado y un escritorio decente si necesitas trabajar o simplemente tirar tus cosas sin hacer malabares. Y si te toca tarifa con desayuno incluido, el buffet cumple bien —pan dulce, fruta, huevos, café… lo básico para arrancar el día con energía.
La Terraza Fontan, su restaurante con vista al centro, es un plus que vale la pena aprovechar al menos una vez. Ideal para un café o una cena ligera viendo cómo se mueve la ciudad desde arriba.
Es un hotel perfecto si viajas solo, en pareja o con amigos, y no quieres gastar de más, pero tampoco te conformas con cualquier cosa. Tiene estilo, buena ubicación y la ciudad a tus pies.
Hotel Punto MX:
El Hotel Punto MX es de esas joyitas que casi nadie ve venir. Está en pleno Centro Histórico y, honestamente, ofrece mucho más de lo que uno espera por lo que cuesta. Las habitaciones son modernas, limpias y están bien insonorizadas —detalle que se agradece en una zona que nunca se queda callada. La decoración mezcla madera, tonos grises y luz cálida, así que todo se siente acogedor y con más estilo del que te imaginarías por ese precio. Algunas hasta tienen balconcito con vista a las calles del centro.
Lo mejor es que puedes salir caminando y en cinco minutos ya estás frente a un museo, una iglesia antigua o un restaurante con historia. Es ideal para quien viene con ganas de caminar y absorber todo lo que el centro tiene para ofrecer.
Incluye desayuno (nada espectacular, pero cumple), y todo el día puedes servirte café o té sin costo, lo cual se agradece después de tanto ajetreo. También hay un gimnasio pequeño para quien no quiera romper del todo su rutina.
Es un hotel práctico, cómodo, con buen diseño y mejor ubicación. Perfecto para quienes quieren algo bien hecho sin pagar una fortuna.
Hotel Kali Ciudadela:
El Hotel Kali Ciudadela está justo entre el Centro Histórico y la colonia Tabacalera, y la verdad es que es una muy buena opción si viajas con presupuesto ajustado pero no quieres sacrificar comodidad. Es un hotel sencillo, sin pretensiones, pero con todo bien puesto: las habitaciones son amplias, limpias, con camas cómodas y baños modernos —todo en orden y sin sorpresas desagradables.
Tiene estacionamiento, lo cual se agradece si traes coche, y también restaurante con precios accesibles, ideal para no complicarte si llegas cansado o solo quieres algo práctico.
Una de sus mejores cosas es la ubicación: tienes estaciones de metro cerca y puedes llegar caminando tanto a la Alameda como al Monumento a la Revolución sin problema. Y lo que muchos destacan —con razón— es la atención del personal. Son súper amables, resuelven lo que necesites y hacen que te sientas bienvenido desde que llegas.
El ambiente es tranquilo, sin ruidos, así que después de un día movido por la ciudad, aquí sí se puede descansar.
Ibis México Alameda:
El Ibis México Alameda es justo lo que esperas de un hotel de cadena como Accor: práctico, limpio y sin complicaciones. Está a unos pasos de la Alameda Central, así que si planeas moverte entre el Centro, Reforma o incluso la Roma, la ubicación no podría ser mejor.
Las habitaciones son pequeñas, sí, pero bien aprovechadas. Tienen lo necesario para descansar bien: cama cómoda, escritorio, aire acondicionado y baño privado. Nada de lujos, pero tampoco nada que falte. Es de esos lugares donde todo funciona y sabes que no te vas a llevar sorpresas raras.
Ideal para estancias cortas, viajes exprés o para quienes solo necesitan un buen lugar para dormir y salir a explorar la ciudad sin pagar de más. Cumple perfecto si lo tuyo es la practicidad.
Hoteles pet friendly en Ciudad de México:

Cada vez más viajeros deciden llevar a sus mascotas con ellos y la Ciudad de México responde con una gran variedad de hoteles pet friendly.
Casa Malí by Dominion:
Casa Malí by Dominion es de esos lugares donde, si viajas con mascota, te sientes verdaderamente bienvenido. Está en plena Condesa, justo frente al Parque México —que es básicamente el paraíso para cualquier perro—, así que los paseos diarios se vuelven parte del plan, no una obligación.
Las suites son tipo departamento: tienes cocina equipada, sala, espacio para descansar y moverte sin chocar con tus cosas ni con tu perro o gato. Todo está pensado para que te sientas como en casa, y eso se nota desde el primer día. Aceptan mascotas de todos los tamaños y, si lo pides, te consiguen camita, comedero y otros detalles que hacen la diferencia.
El ambiente es tranquilo, ideal si vienes por más de unos días o trabajas remoto y quieres estar en una zona bonita, bien conectada y pet friendly. Aquí no tienes que andar preguntando si tu mascota puede entrar: ya está pensado para eso. Y encima, con estilo.
Krystal Grand Insurgentes Sur:
El Krystal Grand Insurgentes Sur es uno de esos hoteles que, aunque no está en todas las listas de “pet friendly”, cumple bastante bien si viajas con tu perro. Está en la zona sur, en un área tranquila y moderna, y tiene justo lo que necesitas: comodidad, buen espacio y cero complicaciones con tu mascota.
Aceptan perros pequeños y medianos, y aunque no es el tipo de hotel que ofrece camas o juguetes para ellos, sí te dejan estar con tu compañero sin mirarte raro ni ponerte mil peros. Las habitaciones son amplias, así que puedes poner su cama o tapete sin problema, y moverse por ahí es fácil.
Además, estás cerca del Parque Hundido, que es perfecto para los paseos diarios. Y como el ambiente del hotel es más de negocios o de familias que de turistas ruidosos, todo se siente tranquilo, ideal si vienes por trabajo o simplemente buscas algo sin estrés.
No es un hotel de “lujo para mascotas”, pero sí uno de esos lugares donde sabes que vas a estar bien tú y también tu perro. Y eso, para muchos, ya es más que suficiente.
Fiesta Americana Viaducto Aeropuerto:
Si tu viaje pasa por el aeropuerto —ya sea porque llegas tarde, sales muy temprano o simplemente necesitas una noche de paso— el Fiesta Americana Viaducto Aeropuerto es una opción práctica y pet friendly que no falla. Aceptan perros de hasta 20 kilos, y te dan lo básico: una camita, platos para el agua y la comida, y sobre todo, cero problemas para hospedarte con tu compañero peludo.
El lugar es moderno, cómodo, y aunque no es un resort, tiene todo lo que necesitas para una estancia corta sin estrés. Hay áreas verdes cerca para sacar a tu perro a estirar las patas, y el personal ya está más que acostumbrado a recibir huéspedes con mascota, así que todo es rápido, amable y sin complicaciones.
Perfecto si solo vas de paso, pero igual quieres descansar bien y no andar dando explicaciones por viajar con tu perro.
La Ciudad de México no se vive igual si no eliges bien dónde quedarte. Y no lo digo por decir: detrás de esta guía hay caminatas reales por distintos barrios, desayunos en terrazas que todavía recuerdo, spas que me arreglaron el cuerpo después de patear medio centro… y hoteles que entendieron que mi perro también forma parte del viaje.
Así que elige el hotel que vaya contigo, con tu ritmo, tu plan y tu forma de viajar. Porque esta ciudad tiene de todo, y si sabes dónde dormir, se vuelve todavía más increíble.