Visitar Akumal y nadar con tortugas Visitar Akumal y nadar con tortugas

Visitar Akumal: guía completa para nadar con tortugas en este paraíso escondido de la Riviera Maya

Akumal, ese rincón escondido entre Tulum y Playa del Carmen, te regala una de las experiencias más inolvidables del Caribe mexicano: nadar con tortugas marinas en libertad. Aguas turquesa, playas tranquilas, lagunas escondidas y buena comida local hacen de este lugar mucho más que una simple parada. Te contamos todo lo que necesitas saber para disfrutar Akumal al máximo, con consejos, recomendaciones y vivencias reales.

En la costa del Caribe mexicano, justo entre los nombres que más suenan —Playa del Carmen y Tulum— hay un lugar que, a simple vista, puede parecer uno más… pero que tiene algo muy especial. Se llama Akumal, un pequeño rincón de la Riviera Maya que conserva una calma especial, como si el tiempo aquí tuviera otro ritmo. Lo curioso es que este pueblo no sólo es bonito, es también el hogar de un espectáculo que ocurre bajo el agua: tortugas marinas nadando en libertad entre sus aguas cristalinas. Nadar con ellas es una de las mejores experiencias que puedes vivir en Riviera Maya.

¿Dónde está Akumal y cómo llegar?

Akumal está justo en el corazón de la Riviera Maya, entre Playa del Carmen y Tulum. Desde el aeropuerto de Cancún se puede llegar en unas dos horas manejando, más o menos.

Hay varias formas de llegar: puedes rentar un coche (mi opción favorita), tomar un colectivo desde Playa del Carmen —salen de la avenida 20 con calle 2— o contratar un tour que incluya todo, transporte y guía. Si me preguntas, moverte en auto te da libertad total para detenerte donde te llame la atención y no depender del reloj.

El magnetismo de Akumal: mucho más que una playa bonita

La Riviera Maya está llena de playas espectaculares, pero Akumal tiene algo más. Tiene una vibra caribeña que te relaja al instante: la arena fina como talco, las palmeras formando un marco perfecto para tus fotos, y un mar tan turquesa que parece de postal.

Sin embargo, lo mejor no está en la orilla, sino bajo el mar. No necesitas ni lancha ni alquilar un equipo caro para poder ver tortugas. Basta con un snorkel, un chaleco y un guía certificado. Te metes al agua y, con suerte, ya empiezas a verlas: tortugas marinas enormes, tranquilas, nadando a su ritmo o pastando en el fondo. A veces se cuelan peces de colores, otras una mantarraya. Es como estar dentro de un documental.

Además, todo está regulado. Aquí no se vale tocar, perseguir o molestar a los animales. Los guías son firmes en eso, y se agradece. Porque Akumal no quiere ser un parque temático. Quiere seguir siendo ese lugar donde la naturaleza se muestra tal cual es, sin artificios, y donde los visitantes entienden que hay que mirar con respeto.

La experiencia de snorkel con tortugas: lo que debes saber

Si estás pensando en ir a Akumal y poder nadar junto a tortugas, hay algunas cosas tienes que saber antes de lanzarte al agua:

  • Necesitas un guía autorizado. No se vale hacer snorkel por tu cuenta en la zona donde están las tortugas.
  • El tour generalmente incluye todo lo que necesitas: visor, tubo, chaleco salvavidas y, en muchos casos, también acceso a regaderas y lockers para que guardes tus cosas sin preocupaciones.
  • ¿Cuánto dura? Por lo regular entre una y dos horas.
  • ¿Y el precio? Varía, pero anda entre los 500 y 700 pesos por persona, dependiendo del guía o la empresa.

Una de las cosas que más me gustó de Akumal es que, aunque sí que hay turistas, no se siente como un sitio atestado. Si llegas temprano, todavía conserva ese aire relajado. Además, en la playa puedes encontrar guías locales sin problema. Muchos te ofrecen un recorrido tranquilo, con explicaciones interesantes sobre la fauna marina. A mí me tocó uno que nos llevó por rutas menos transitadas, lejos de los grupos grandes, y eso hizo que todo fuera mucho más íntimo y especial.

¿Qué hacer en Akumal además del snorkel?

Aunque lo de nadar con tortugas es claramente lo más emocionante, Akumal tiene varios planes para completar un día redondo:

  • Relajarte en la playa: La playa de Akumal tiene una mezcla perfecta de calma y belleza: arena blanca como harina, palmeras que dan sombra sin tener que andar buscando sombrilla, y un mar azul clarito en el que dan ganas de zambullirse a cualquier hora.
  • Visitar la Laguna Yal-Kú: Está cerquita, a un par de minutos en taxi o incluso caminando. Es un cenote abierto que se conecta con el mar, ideal para hacer snorkel en un entorno más silencioso, rodeado de peces tropicales. No está tan llena como otros lugares, así que si buscas paz, este es el mejor lugar.
  • Pasarte por el Centro Ecológico Akumal (CEA): Además de hacer una chamba importante en conservación, organizan charlas, exposiciones y actividades educativas muy interesantes. Te ayuda a entender todo lo que pasa en ese ecosistema tan frágil, y te vas con otra perspectiva.
  • Comer rico con vista al mar: Aquí van dos recomendaciones que nunca fallan:
    • Pancho Villa: si andas en plan tranquilo o vas con niños, este lugar tiene opciones para todos.
    • La Cueva del Pescador: un clásico para comer ceviche o pescado frito, súper fresco.
Laguna Yal-Kú

Consejos para disfrutar Akumal al máximo

  • Llega temprano: te vas a evitar las multitudes y el calor pesado del mediodía.
  • Lleva efectivo: varios servicios, sobre todo los de guías locales, no aceptan tarjeta.
  • Ten en cuenta gastos extra: acceder a la playa está más controlado de lo que uno imaginaría. Si quieres hacer snorkel, necesitas pagar un tour o consumir algo en un club de playa. También el estacionamiento y el equipo tienen su costo.
  • Olvídate del bloqueador solar normal: no está permitido. Lleva uno biodegradable si no quieres que te hagan dejarlo afuera.
  • Pregunta bien antes de pagar un tour: hay quien se queja de promesas infladas. Vale la pena ser curioso y preguntar todo antes de decidir.

¿Cuándo es la mejor época para visitar Akumal?

La mejor temporada va de noviembre a abril, cuando el clima es más seco y llevadero. Si vas entre junio y noviembre, prepárate para algo de lluvia, pero también podrías presenciar uno de los momentos más mágicos del año: el desove de tortugas. Verlas salir del mar para poner sus huevos o a las crías corriendo hacia las olas es una escena que se te queda grabada para siempre.

Akumal tiene esa vibra especial que lo hace distinto. No tiene el show de Tulum ni el bullicio de Playa del Carmen. Es perfecto para quienes buscan algo más auténtico, más conectado con la naturaleza.

Claro, no todo es color de rosa. En temporada alta puede haber mucha gente, y sí, hay momentos en los que sientes que los guías y las agencias se te vienen encima para venderte algo. Pero con un poco de paciencia, puedes vivir una experiencia de lo más especial.

¿Te animas? Las tortugas ya están ahí, esperándote bajo el agua.

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