Dónde comer en Playa del Carmen Dónde comer en Playa del Carmen

Dónde comer en Playa del Carmen: guía de los mejores restaurantes 2025

Desde tacos callejeros hasta cenas gourmet en cavernas naturales, Playa del Carmen es un paraíso gastronómico que lo tiene todo. En esta guía encontrarás los mejores restaurantes para cada antojo: cocina mexicana con estilo, mariscos frescos, sabores internacionales, experiencias culinarias únicas y opciones ricas y baratas. Todo recomendado desde la experiencia real de quien lo ha vivido, probado y disfrutado. ¡Prepárate para comer delicioso en el corazón de la Riviera Maya!

Playa del Carmen no necesita presentación: con solo poner un pie en la arena y oler el aire salado del ambiente ya sabes que estás en un sitio especial. Pero lo que mucha gente no se espera es que este lugar también sea una joya para el paladar. Hay algo en cómo preparan los mariscos, en los tacos que encuentras en una esquina cualquiera, en los menús que mezclan tradición con toques atrevidos. Todo sabe a historia, a familia, a pasión por cocinar bien.

Y créeme, lo digo con conocimiento de causa: si llegas con hambre y con la mente abierta para descubrir sabores nuevos, Playa del Carmen te va a enamorar por el estómago.

Después de explorar sus calles, hablar con locales, y probar de todo un poco, armé esta guía con los mejores lugares para comer en Playa del Carmen. Ya sea que busques un festín de mariscos, antojos callejeros, una cena elegante o simplemente algo diferente que no encuentres en otro lado, aquí te dejo los imperdibles para que sepas exactamente dónde disfrutar cada bocado.

Comida mexicana con estilo: del taco a la alta cocina

La gastronomía mexicana ha cogido mucho renombre en los últimos años. Es muy apreciada en todas sus variantes, desde sus puestos callejeros con su comida tradicional a chefs de alta cocina que crean nuevos platos con los productos de siempre.

Porfirio’s

Si estás buscando un lugar que eleve la cocina mexicana a otro nivel, este restaurante te va a encantar. Es un restaurante que logra mezclar lo tradicional con lo moderno sin perder su esencia. El ambiente es elegante, pero sin caer en lo pretencioso, y la decoración está tan bien pensada que cada rincón da ganas de fotografiarlo. Siempre hay buen ambiente, así que es perfecto para una cena especial o para festejar algo importante. Y en cuanto a la comida… el pulpo a las brasas es un acierto total, y los tacos de lechón, ¡uff!, te van a hacer pensar en la próxima visita antes de terminar el primero.

La Cueva del Chango

Este lugar tiene algo especial: está rodeado de verde por todos lados, con un diseño rústico que te hace sentir como si estuvieras en plena selva, pero sin perder comodidad. El menú está lleno de clásicos mexicanos bien hechos, de esos que reconfortan desde el primer bocado. Es perfecto para arrancar el día con calma o para una comida sin prisas. El ambiente es súper relajado, y lo mejor es que no se dispara en precios. Por eso verás mesas compartidas entre locales y viajeros que ya lo tienen como parada obligada. No te vayas sin probar sus jugos naturales ni el pescado fresco; ambos son una delicia.

Axiote Cocina de México

Axiote reinterpreta la cocina mexicana sin perder su raíz. El chef Javier Pérez Stone juega con los sabores de siempre, pero les da una vuelta inesperada que sorprende para bien. ¿Tacos de langosta con aguachile verde? Deliciosos. ¿Guacamole con chapulines? Te cambia la idea de lo que puede ser un buen guacamole. El lugar es pequeño, con luz tenue y un ambiente acogedor que se presta perfecto para una cena con sabor a México, pero con ese toque de innovación que lo hace único.

El Fogón

Si lo tuyo son los tacos al pastor bien hechos, de esos que huelen delicioso desde la esquina, El Fogón tiene que estar en tu lista. Es una taquería sin pretensiones, con mesas sencillas y un ritmo constante de gente entrando y saliendo. Pero ahí está el encanto: comida sabrosa, generosa y con ese sabor casero que no falla. Además del pastor, no te vayas sin probar las quesadillas de arrachera o un alambre bien servido. Es el lugar ideal para recargar energías después de caminar por la Quinta Avenida, comiendo bien sin gastar mucho.

La Cochi Loka

Este local chiquito, casi escondido, se ha hecho de una reputación enorme gracias a su cochinita pibil hecha como en Yucatán: jugosa, bien sazonada y con ese toque casero que se nota en cada mordida. Es perfecto si andas con antojo de algo rápido pero bien sabroso. Ya sea en tacos, tortas o burritos, todo viene generoso y lleno de sabor. El ambiente es relajado, sin complicaciones, de esos lugares a los que vuelves sin pensarlo dos veces porque sabes que siempre vas a comer bien.

Ha’

Ha’, dentro del hotel Xcaret, es toda una experiencia gastronómica. Bajo la batuta del chef Carlos Gaytán —el primer mexicano en llevarse una estrella Michelin— cada platillo del menú degustación es como un capítulo de una historia que mezcla tradición, técnica y mucha sensibilidad. Aquí no vienes solo a cenar, vienes a dejarte sorprender. Todo está cuidado al detalle, desde la presentación hasta los sabores que explotan en la boca. Eso sí, el lujo se paga, porque barato no es, pero si buscas una noche realmente memorable, vale cada peso.

Aldea Corazón

En medio del ajetreo de la Quinta Avenida, hay un restaurante que parece estar fuera de lugar. Apenas cruzas la entrada, el ruido desaparece y entras a un espacio lleno de árboles, con un cenote en el centro que le da una vibra casi mágica. Es como toparte con un pequeño paraíso sin salir de la ciudad. La comida no se queda atrás: puedes empezar con unas enchiladas de mole que saben a cocina de casa, pero con ese toque especial que solo da la experiencia, o animarte con los camarones al mezcal, que vienen con carácter y un sabor intenso. Es de esos lugares donde llegas para comer… y terminas quedándote por el puro gusto de estar ahí.

Mariscos y sabores del mar: frescura garantizada

En cualquier destino de costa que se respete, el pescado fresco no puede faltar. Y acá, en Playa, eso es ley. Cada mañana, los pescadores salen temprano al mar y regresan con lo mejor que encuentran para surtir a los restaurantes del área.

El Pirata

Este lugar tiene toda la pinta de lo que es: una joya sin adornos. Nada de manteles largos ni meseros empacados en corbata, acá se viene a lo que se viene: a comer pescado fresco y bien servido. El ambiente es relajado, ruidoso a ratos, con gente que viene saliendo de la playa, con arena todavía en los pies. Puedes pedir un ceviche que te despierta con el primer bocado o un filete a la plancha del que no dejarás ni rastro. Las porciones son generosas y los precios, justos. Es de esos sitios que no necesitan publicidad porque el boca en boca los tiene siempre llenos.

Harry’s Prime Steakhouse & Raw Bar

Aunque aquí la estrella son los cortes de carne, su barra de mariscos no se queda atrás. Sorprende, y para bien. Es un restaurante elegante sin sentirse frío, con un ambiente que invita a quedarse y un servicio que se nota en los pequeños detalles. Es de esos sitios donde puedes darte un festín sin tener que elegir entre carne o mariscos… mejor pídelos ambos y sal feliz, como debe ser.

Los Aguachiles

Si te gusta el picante de verdad y no le tienes miedo a las salsas que hacen sudar, este lugar te va a encantar. Aquí los aguachiles y ceviches son la especialidad, y los preparan con mariscos frescos, recién traídos del mar, y combinaciones que te sacuden el paladar en el mejor sentido. Todo tiene punch, nada está hecho al aventón. El ambiente es relajado, de esos donde puedes llegar en traje de baño, pedir algo bien picoso y acompañarlo con una cerveza fría sin preocuparte por nada más. Ideal para cerrar un día de playa con puro sabor.

El Doctorcito

Escondido en una esquina del centro, El Doctorcito es un lugar al que acuden los locales, aunque cada vez se corre más la voz entre los turistas. Es un espacio al aire libre, con mesas bajo sombrillas, música de fondo y un ambiente siempre animado. El menú gira en torno al mar: cocteles bien servidos, ceviche de camarón y pescado curado en Clamato que sabe a fin de semana y calor. Todo viene en porciones generosas, sin pretensiones, y con ese sabor fresco que solo se consigue cuando el mar está cerca. Ideal para ir con amigos y quedarse un buen rato.

Cocina internacional y fusión

Playa del Carmen no solo se luce con la comida mexicana. Si te das una vuelta con hambre de algo distinto, vas a encontrar opciones de todo el mundo: desde pastas italianas hasta sabores griegos, chilenos y fusiones que no te esperas. Es una ciudad que se atreve con todo.

Osteria De Roma

Este lugarcito es como toparte con un pedazo de Italia en plena Riviera Maya. Es pequeño, acogedor, con luz suave y mesas que invitan a quedarte largo rato. La especialidad son las pastas hechas en casa y una selección de vinos que acompaña perfecto. El trato es cálido, de esos donde el mesero te platica los platos como si te conociera de siempre. Si vas, no dejes pasar el fettuccine con trufa y hongos… te lo juro, es puro apapacho en forma de pasta.

L’Italiano Restaurant

Otra joyita para quienes no se cansan de la cocina italiana. Este lugar tiene un horno de leña que hace magia: las pizzas salen crujientes, humeantes, con ese sabor ahumado que solo se consigue así. El tiramisú, por cierto, es de los más comentados en Playa de Carmen… y con razón. Es suave, cremoso y tiene ese equilibrio perfecto entre el café y el dulce. El ambiente es cálido, sin prisas, de esos donde te sirven una copa de vino y se te va la tarde entre charla y buen comer.

Ilios Greek Estiatorio

Este restaurante lleva la cocina griega a otro nivel. Desde que entras, la decoración te envuelve: arcos blancos, texturas naturales y detalles que te hacen sentir a orillas del Mediterráneo. Todo está cuidado al milímetro, desde el ambiente hasta el servicio, que es impecable sin ser invasivo. Es el tipo de lugar al que vas cuando quieres celebrar algo o simplemente darte un capricho. Cada platillo es una experiencia, pero también es un espacio para disfrutar lento, como en una noche de verano frente al mar.

Inka Cocina Peruana

Este lugar es una joyita para quienes tienen antojo de algo diferente. Su menú está repleto de clásicos peruanos: ceviches frescos, causas limeñas que se derriten en la boca y un lomo saltado con ese sabor casero que reconforta. El ceviche y el pisco sour, en particular, son de esos que te hacen cerrar los ojos del gusto… honestamente, de lo mejor que he probado fuera de Perú. El ambiente es relajado, nada pretencioso, pero con detalles que te hacen sentir bienvenido desde que llegas. Ideal para una comida con sabor potente y corazón latino.

Fusion Beach Bar & Cuisine

Este lugar tiene todo para una noche inolvidable: está justo frente al mar, con los pies casi en la arena y unas vistas impresionantes. Fusion Beach Bar & Cuisine mezcla sabores mexicanos con un toque mediterráneo, y lo hace en un ambiente relajado, sin poses, pero con mucha onda. Siempre hay música en vivo, y por las noches se arman espectáculos que le ponen el toque final a la experiencia. Es el tipo de lugar donde cenas mientras sientes la brisa marina, escuchas buena música y de fondo tienes el Caribe iluminado por la luna.

Alux Restaurante

Comer aquí es algo que no se olvida fácil. Este restaurante está metido, literalmente, dentro de una cueva natural. No es decoración temática ni nada por el estilo: es una caverna real, con formaciones de piedra alrededor, luz cálida que resalta los detalles y una atmósfera que se siente fuera de este mundo. Desde que entras, sabes que la experiencia va a ser distinta. El menú le entra con todo a la cocina internacional, pero con ingredientes locales que le dan personalidad a cada platillo. Todo está pensado para sorprender, y la verdad, lo logra. No es solo una cena, es una aventura bien sabrosa en el corazón de Playa del Carmen.

Experiencias gastronómicas: mucho más que solo comer

Cuando estás de vacaciones, hay días en los que comer bien no es suficiente… quieres algo con historia, con alma. Algo que se quede contigo más allá del sabor. Y para eso, hay lugares como estos

The Traveler’s Table

Aquí no vienes solo a cenar, vienes a compartir, aprender y saborear la cultura. Te sientas en una mesa comunal con desconocidos que pronto se vuelven cómplices de la experiencia, mientras te sirven un menú degustación que cambia según la temporada y siempre está basado en la cocina mexicana, sus raíces y sus historias. Cada platillo viene con explicación, contexto y una narrativa que enriquece todo. Es de esos planes que valen por mucho más que la comida. Ideal si tienes ganas de salir de lo típico y vivir algo distinto.

Zitla

Es un lugar ideal para ir con amigos, echar relajo y comer sabroso sin tanta formalidad. La música en vivo le pone ritmo a la noche, la decoración es colorida y llena de detalles que te atrapan, y el menú una mezcla sabrosísima entre lo mexicano y lo caribeño. Acá todo se siente fresco, alegre, como una fiesta bien armada. Yo me eché unos burritos del tamaño de un brazo —sin exagerar— y unas alitas que estaban para chuparse los dedos, todo regado con cócteles tropicales que entran solos. Siempre pasa algo divertido, así que prepárate para una noche con sabor y buena historia que contar.

Comer bien sin gastar mucho: opciones económicas y sabrosas

No todo en Playa tiene que ser caro para estar bueno. Hay rincones donde se come sabroso sin vaciar la cartera:

Mu. Burgerhouse

Este lugar se ha ganado el corazón de los locales, y con justa razón. Es perfecto para una comida relajada, sin complicaciones pero bien hecha. Las hamburguesas son grandes, jugosas y con combinaciones que se salen de lo típico. Las papas fritas, crujientes como deben ser, cierran el trato. Es el tipo de sitio donde te alejas un poco del bullicio turístico y te topas con ese ambiente más auténtico, más de casa. Ideal para cuando solo quieres una buena burger y cero pretensiones.

La Floresta

Este es de esos lugares que no salen en las postales, pero que guardan el verdadero sabor de Playa del Carmen. Bueno, bonito y barato, sin vueltas. Es un rincón pensado para la gente local: techo de lámina, sillas de plástico, y ni un solo turista a la vista… y justo por eso, vale la pena.

Aquí se viene a lo que importa: comer rico sin rodeos. Los tacos de pescado son una delicia, crujientes y llenos de sabor. Y para acompañar, una michelada bien fría que baja como gloria bajo el sol. Si quieres conocer el lado más auténtico de la ciudad, este es el lugar.

Kaxapa Factory

En Kaxapa Factory encontrarás comida venezolana 100% casera. Platos generosos, precios bajos y una atención que te hace sentir como si fueras parte de la familia. Y precios muy económicos.

Si es tu primera vez, los anfitriones te ofrecen a probar bebidas típicas para que conozcas un pedacito de su cultura. Y ojo, no te vayas sin probar el pabellón criollo: arroz, caraotas, plátano maduro y carne mechada en su punto.

Cocina Económica Marisol

Aquí encontrarás comida mexicana casera, con precios muy ajustados. Si andas buscando enchiladas bien servidas, chiles rellenos como los de tu tía o guisos del día con sabor de hogar, este lugar es justo lo que necesitas. El ambiente es cálido, familiar, sin pretensiones… puro apapacho.



Y es que eso es lo bonito de Playa del Carmen: puedes ir de un puesto callejero con tacos gloriosos a una cena de alta cocina sin salir del mismo tramo de calle. La ciudad mezcla lo local con lo internacional con una naturalidad impresionante. Todo tiene estilo, pero sin perder esa onda relajada que la hace tan especial.

Al final, estás de viaje. Y comer forma parte de la experiencia de México. Así que date chance de probar algo nuevo, de sentarte sin prisa, de disfrutar cada bocado como parte de la aventura.

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